domingo, 23 de agosto de 2015

LAS INVERSIONES PRIORITARIAS Y EL PLANEAMIENTO DE LAS TECNOLOGÍAS PERTINENTES


La reciente creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (agosto de 1999), es la manifestación del creciente interés del Estado en el desarrollo y consolidación de un sector tradicionalmente marginado en Venezuela, que incorpore el talento y la experiencia nacional de la gente, a un gran cambio nacional que genere las políticas públicas que nos preparen como sociedad en transición hacia la sociedad del conocimiento.
Este interés es una respuesta por una parte, a las necesidades impuestas por el desarrollo mundial, las cuales imponen la inserción del país en un proceso que se define perentoriamente a partir de comprender y aceptar las conexiones directas del desarrollo tecnológico con el económico y social.
Responde a un análisis de los fenómenos de la globalización del mercado y la situación de exclusión típica de los países de nuestra región, con sus consecuencias en su desarrollo económico y social. Por otra, permite un estudio sistemático y sostenido en el tiempo de las demandas de los sectores públicos y productivos del país, que requieren asistencia en sus procesos de modernización, con el fin de cumplir con los patrones internacionales, garantizar eficiencia en la gestión y producción, y competitividad en el mercado, cada vez más exigente e innovador.
La creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología se produce en un escenario donde se manifiesta la inexistencia de un verdadero sistema nacional coherente, caracterizado de manera resaltante por los siguientes aspectos:
  • Las actividades de investigación e innovación tecnológica se realizan principalmente en las Universidades y en algunas instituciones, de manera dispersa y aislada, sin coordinación, políticas explícitas o prioridades definidas. La participación del sector productivo público y privado en estas actividades es escasa, casi nula.
  • La inversión del Estado, en términos de recursos financieros suministrados al sector de Ciencia y Tecnología, es muy pobre (inferior al 0.5% del PIB) con relación a otros países de Latinoamérica y el mundo, tal como muestra en cuadro a continuación. La contribución del sector privado es casi inexistente.No existe un sistema coherente de información que permita el establecimiento de indicadores confiables para la evaluación de las capacidades y productividad en investigación y desarrollo de tecnología en el país, así como de la eficiencia del gasto en el sector y la repercusión de estas actividades en el desarrollo nacional.
  • El número de investigadores activos en el ámbito nacional es inferior al recomendado por organismos internacionales. A partir de la información disponible, se supone que el número de investigadores se ubica alrededor de los tres mil, siendo el mínimo recomendado, para la población actual de Venezuela, de por lo menos veinte mil.
  • El impacto actual de la actividad nacional en Ciencia y Tecnología sobre los sectores productivos, económicos y de servicios es escaso, dada la alta dependencia externa que caracteriza nuestra economía y la carencia de políticas de estímulo y orientación que permitan canalizar los esfuerzos hacia la solución de problemas prioritarios para el país.
  • No existe una política coordinada que rija los acuerdos de cooperación internacional. La integración con países de la región andina y del Caribe es, todavía, incipiente. La creación de redes nacionales, regionales e internacionales no se ha consolidado con resultados tangibles.
  • En general, la comunidad académica venezolana menosprecia la labor de creación tecnológica.Se observa un nivel bajo de conciencia colectiva en relación con el significado e influencia de laCiencia y la Tecnología como factores determinantes del desarrollo y de la soberanía nacional.

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